Espondiloartritis anquilosante

Espondiloartritis anquilosante

La espondilitis anquilosante, también conocida como espondiloartritis axial, es una enfermedad inflamatoria, que con el tiempo, puede hacer que algunos de los huesos de la espina dorsal, llamados vértebras, se fusionan. Esta fusión hace que la espina dorsal sea menos flexible y puede que genere una postura encorvada. Por lo tanto, si las costillas están afectadas, podría ser difícil respirar profundamente.

Existen dos tipos de espondiloartritis axial. Cuando está enfermedad se detecta en una radiografía, se denomina espondilitis anquilosante, también conocida como espondiloartritis axial. Sin embargo, cuando no se detecta en una radiografía, pero se identifica por los síntomas, análisis de sangre y otras pruebas por imágenes, se denomina espondiloartritis axial no radiográfica.

Los síntomas generalmente, comienzan en una edad temprana. La inflamación también puede producirse en otras partes del cuerpo, sobre todo en los ojos.

Síntomas:

Los primeros síntomas de la espondilitis anquilosante puede incluir:

  • Dolor de espalda.
  • Rigidez en la región lumbar y caderas, por la mañana y después de períodos de inactividad.
  • Dolor en el cuello
  • Cansancio.

Se debe de tomar en cuenta, que los síntomas pueden empeorar, mejorar o detenerse a intervalos irregulares.

Áreas más comúnmente afectadas:

  • La articulación entre la base de la columna vertebral y la pelvis.
  • Las vértebras de la región lumbar.
  • Los lugares donde los tendones y ligamentos se unen a los huesos. Entre ellos, la columna vertebral, pero a veces a lo largo de la parte posterior del talón.
  • El cartílago entre el esternón y las costillas.
  • Las articulaciones de la cadera y los hombros.

No existe cura para está enfermedad, pero los tratamientos pueden disminuir los síntomas y posiblemente hacer más lenta la evolución de la enfermedad.

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