Hipermovilidad articular

Hipermovilidad articular

Se le nombra hipermovilidad o hiperlaxitud articular al movimiento de las articulaciones que va más allá de su rango normal. Esto puede ocasionar dolor articular o muscular, especialmente luego de la actividad física y por las noches. 

La hipermovilidad articular no es una enfermedad, es una característica propia de la persona. Es más frecuente en niños que en adultos y sólo en raras ocasiones se asocia con enfermedades genéticas del colágeno como el Síndrome de Marfan o Ehles danlos.  

¿Cuáles son sus síntomas? 

La hipermovilidad puede asintomática, o manifestarse con dolores en las articulaciones o músculos. Generalmente, de manera intermitente, de aparición por tiempos como, la tarde o noche, y relacionados con la actividad física.  

Estos síntomas son más comunes en las rodillas, tobillos y muñecas. Sin embargo, esto puede llegar a mejorar gracias al descanso que se le puede brindar a las articulaciones. 

¿Cómo se diagnostica? 

El diagnóstico de este movimiento se basa en el examen físico, constatándose el rango de movimiento articular aumentado. Entre los signos característicos se evaluará si la persona puede tocar el piso con las palmas de las manos, mientras mantiene las rodillas derechas, el pulgar puede tocar el antebrazo, los dedos de la mano pueden llegar a adoptar una posición paralela al antebrazo, codos y rodillas.  

En algunas ocasiones el médico puede solicitar estudios complementarios para evaluar alteraciones asociadas a la hipermovilidad.  

La hipermovilidad articular es una afección que requiere un enfoque integral. Si crees que puedes tener este síndrome o experimentas síntomas problemáticos, es importante buscar el consejo de un profesional de la salud que pueda proporcionar un diagnóstico y un plan de manejo adecuado. Con la atención adecuada, es posible mantener una buena calidad de vida a pesar de la hipermovilidad.

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