¿Cómo la Bursitis afecta las articulaciones?

¿Cómo la Bursitis afecta las articulaciones?

La bursitis es un trastorno que afecta las pequeñas bolsas rellenas de líquido, llamadas bolsas sinoviales,  que proporcionan amortiguación a los huesos, tendones y músculos alrededor de las articulaciones. La bursitis ocurre cuando estas bolsas se inflaman.

La bursitis ocurre con más frecuencia en el hombro, el codo y la cadera. Pero también ocurre alrededor de la rodilla, el talón y la base del dedo gordo del pie. La bursitis muchas veces aparece en articulaciones que realizan movimientos repetitivos de forma frecuente.

Por lo general, el tratamiento implica descansar la articulación afectada y protegerla de más traumatismos. En la mayoría de los casos, el dolor de la bursitis desaparece en unas semanas con tratamiento adecuado, pero son frecuentes las exacerbaciones de bursitis recurrentes.

Las razones más comunes detrás de la bursitis se relacionan con movimientos en repetición o posturas que ejercen presión sobre las bolsas sinoviales alrededor de una articulación. Esto incluye situaciones como:

1.Realizar lanzamientos repetidos en el béisbol o levantar objetos por encima de la cabeza de manera frecuente.

2.Sostener el peso del cuerpo en los codos durante largos periodos de tiempo.

3.Permanecer de rodillas por extensos lapsos para llevar a cabo tareas como alfombrar o limpiar los pisos.

Además, otras causas de la bursitis pueden derivar de lesiones o traumatismos en la zona afectada, así como de condiciones inflamatorias como la artritis reumatoide, la gota y las infecciones.

Factores de riesgo

La bursitis puede afectar a cualquier persona, pero existen ciertos elementos que pueden incrementar la probabilidad de desarrollarla:

  • Edad: La probabilidad de sufrir bursitis aumenta con el envejecimiento.
  • Ocupación o actividades recreativas: El riesgo de desarrollar bursitis se eleva si tu trabajo o actividades de ocio involucran movimientos repetitivos o aplican presión sobre una bolsa sinovial específica. Ejemplos de esto incluyen la instalación de alfombras, la colocación de azulejos, la jardinería, la pintura y la práctica de instrumentos musicales.
  • Condiciones médicas preexistentes: Algunas enfermedades y trastornos generales, como la artritis reumatoide, la gota y la diabetes, pueden aumentar la propensión a desarrollar bursitis. Además, el exceso de peso corporal puede incrementar el riesgo de padecer bursitis en las caderas y rodillas.

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