El tejido conocido como cartílago articular, específicamente de tipo hialino, recubre las superficies óseas que integran las articulaciones. Su función principal radica en soportar y distribuir las cargas transmitidas entre dichas superficies, permitiendo un movimiento suave y prácticamente libre de fricción gracias a su bajo coeficiente de rozamiento.
Este tejido vivo está compuesto por condrocitos, unidades celulares encargadas de producir los componentes estructurales del cartílago, es decir, las macromoléculas que conforman la matriz extracelular y le otorgan sus propiedades biomecánicas.
Las lesiones en el cartílago pueden originarse de manera degenerativa, como resultado de la fricción continua, actividad física de impacto repetitivo, alteraciones en el eje de los miembros inferiores, sobrepeso, presencia de lesiones meniscales o ligamentosas, provocando una erosión progresiva y deterioro de la articulación. También pueden surgir debido a traumatismos, denominándose lesiones traumáticas.
Es importante destacar que el cartílago hialino carece de terminaciones nerviosas, por lo que no genera dolor. El dolor articular puede atribuirse al hueso subyacente, la membrana sinovial, ligamentos, tendones o músculos.
La capacidad de autorreparación del cartílago es limitada, ya que carece de vasos sanguíneos. Su nutrición en las capas superficiales proviene del líquido sinovial, mientras que en las capas más profundas depende del hueso subcondral. La falta de vascularización y la escasa celularidad del tejido, así como la limitada capacidad de migración de los condrocitos a las zonas lesionadas, contribuyen a su baja capacidad regenerativa.
A medida que envejecemos, el cartílago pierde propiedades viscoelásticas y regenerativas, influyendo en el pronóstico y tratamiento de las lesiones. La prevención de lesiones puede abordarse mediante la gestión del peso corporal, el ejercicio físico regular y moderado, y la consideración de condroprotectores, aunque estos últimos no han demostrado científicamente capacidades regenerativas sobre el cartílago, ofreciendo solo alivio sintomático en lesiones leves y moderadas.
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